Contabilidad. La partida doble

El inicio de la contabilidad, lo podemos establecer en la antigua Mesopotamia. Aquí, se han encontrado registros de las primeras escrituras de la humanidad –escritura cuneiforme–, en torno al 2100 a. C. y entre ellas, las que muestran listas de gastos y de bienes recibidos y vendidos: un inventario.

Los arqueólogos han encontrado también en las civilizaciones del Imperio Inca, del Antiguo Egipto y de Roma manifestaciones de registros contables, que de una manera básica constituyen un registro de las entradas y salidas de productos comercializados, así como del dinero.

La utilización del dinero fue importante para el desarrollo de la contabilidad, ya que no cabía una evolución semejante en una economía de trueque.

Tabla de 2040 a. C. Considerado uno de los registros contables más antiguos que se conservan. Contiene el balance de una explotación agrícola en Ur, en la antigua Sumeria. Está redactado en escritura cuneiforme.

La partida doble

Los historiadores estiman que la contabilidad por partida doble apareció hacia 1340 en Génova. La invención de la imprenta generalizó este método, en particular desde la publicación de los tratados de Luca Pacioli, que nació hacia 1445 en Borgo del Santo Sepolcro (actual Sansepolcro), una pequeña ciudad comercial en la Toscana, cuya primera obra, editada en 1494 bajo el título «Summa de Arithmetica, Geometría, Proportioni et Proportionalità», (acceso a la edición digitalizada del texto de 1494) enuncia los principios fundamentales en el capítulo relativo a las cuentas y libros. El primer autor del que tenemos noticia que estableció claramente el uso del método de la partida doble fue Benedetto Cotrugli, nacido en la actual Dubrovnik en Croacia, entonces una ciudad comercial adriática del área de influencia veneciana, llamada Ragusa.

Fray Luca Pacioli

Pacioli, fue un gran matemático, un auténtico humanista del Renacimiento, amigo de Leonardo da Vinci, del cual se dice que incluso ilustró algunos de los textos de otros grandes pensadores de la época y que impartió enseñanza en varias universidades italianas.

Pacioli dedicó treinta y seis capítulos de su obra Summa de Arithmetica, Geometría,… a la descripción de los métodos contables empleados por los principales comerciantes venecianos. Destinó además, parte de sus trabajos a la descripción de otros usos mercantiles, tales como contratos de sociedad, el cobro de intereses y el empleo de las letras de cambio. Es considerado el «padre de la contabilidad».

En su obra escribe: «Como es bien sabido, quien quiera dedicarse al comercio y operar con la debida eficiencia necesita fundamentalmente tres cosas…

  • La principal de ellas es el dinero…
  • La segunda cosa que se precisa para el tráfico mercantil es ser un buen contador y hacer las cuentas con gran rapidez…
  • La tercera y última cosa necesaria es la de registrar y anotar todos los negocios de manera ordenada, a fin de que se pueda tener noticias de cada uno de ellos con rapidez».

Como parte de las matemáticas aplicadas, desarrolla los principios de la contabilidad: los libros necesarios y –como gran aporte– los principios de la partida doble. Se le asigna también el invento de las fichas móviles de contabilidad, tan usados en la administración moderna.

El fundamento de la partida doble es, como el de casi todas las cosas importantes, muy simple: se reduce a los siguientes principios:

  • Aconseja utilizar cuatro libros: Inventario y Balances, Borrador o Comprobante, Diario y Mayor.
  • Define reglas del principio matemático de la partida doble (o por lo menos su parte fundamental):
    • No hay deudor sin acreedor.
    • La suma que se adeuda a una o varias cuentas ha de ser igual a lo que se abona.
    • Todo el que recibe debe a la persona que da o entrega.
    • Todo valor que ingresa es deudor y todo valor que sale es acreedor.
    • Toda pérdida es deudora y toda ganancia acreedora.
Libro diario o «libro manual»

Con el uso de la partida doble se evitan errores, se dificultan las adulteraciones y se facilitan enormemente los controles. Toda la contabilidad desde el siglo XVI está basada en ella, ya sea que se usen libros como en el siglo XIX, la contabilidad mecanizada popularizada del siglo XX y también en la contemporánea computarizada.

Estas anotaciones eran efectuadas bajo las normas de la partida doble, la cual, Pacioli aseguraba que él sólo enseñaba, lo cual ya se ejecutaba mucho antes por los mercaderes. La partida doble asegura que por cada aumento del activo (en el debe) hay un aumento en las cuentas del pasivo y capital (dentro del haber). Asimismo, habiendo una disminución en las cuentas del activo (dentro del debe), hay igualmente una disminución en las cuentas del pasivo y capital (dentro del haber), efectuándose así las normas de la partida doble.

Puede utilizarse esta presentación para el aprendizaje.